Su devenir y relación con potenciación, creatividad y cultura.

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El devenir de la antropología psicológica se encuentra íntimamente relacionado con la “evolución” de la misma psicología como rama del conocimiento. Como base fundamental del tema de estudio se piensa en la definición de la personalidad, ¿que la construye, de qué sirve, que hace que sea única o con rasgos repetitivos dentro de la sociedad donde se desarrolla un individuo?
El termino personalidad como nos señala L. Moro 1996 es derivado del término “persona” utilizado para referirse a las máscaras que usaban los actores en los teatros griegos romanos, donde cabe resaltar la apreciación de Aguirre 1994 señalada por L. Moro 1996 donde define personalidad como "un ideal, una ilusión, una máscara, un doble que nos defiende de nuestra vulnerabilidad interior". Lo que nos da una aparente paradoja donde la personalidad es lo más interno de la persona pero a la vez lo más externo de la misma.
En este orden de ideas surge una pregunta clave, y es ¿qué factores interfieren en el desarrollo de la personalidad?; en respuesta tenemos los estudios de diferentes autores donde se genera un debate por la importancia de la cultura en el desarrollo de la personalidad o la generalización de características en el desarrollo de los individuos. Así, podemos mencionar 3 etapas fundamentales en el desarrollo de la antropología psicológica, estas etapas son divisadas en el trabajo de L. Moro 1996 y podemos resumirlas de la siguiente manera:
Etapa fundacional: En esta etapa sobresale el trabajo de Ruth Benedict, quien se encarga del movimiento de cultura y personalidad, siendo su trabajo Putterns of criltlire (1934) el primer trabajo de cultura y personalidad. “A través de su enfoque configuracionista, propone que la cultura puede etiquetarse mediante uno o dos rasgos psicológicos predominantes; teniendo en cuenta además que las culturas son todas integradas, Únicas y diferentes (Harris, 1993; Kottak,
1994)”. Citado por L. Moro (1996).
Los culturistas: En esta etapa destacan los parámetros del mismo Freud con su trabajo Tótem y tabú 1913; en esta etapa y según Freud, las diferencias culturales eran superficiales y todos los individuos seguían un desarrollo psicológico similar. Pero en respuesta Boas afirma que las culturas si hacen a las personas diferentes de lo que la naturaleza había dictado (Harris, 1993; Kottak, 1994). Citado por L. Moro (1996).
Conductistas y cognitivistas: Esta última tendencia donde se hacen a un lado los presupuestos freudianos para centrarse en los descubrimientos y trabajos del aprendizaje de Skiner y Hull.
Su trabajo antropológico fue el primero en ser aceptado metodológicamente por la psicología empírica. En esta corriente se da más importancia al individuo, como se desarrolla y vive los procesos culturales y de esta manera se piensa en el efecto que tiene una determinada cultura sobre un individuo. L. Moro (1996). Es en el individuo donde los procesos culturales se encuentran y se desarrolla la personalidad, siendo una “replica” del desarrollo de la cultura.